La cúpula del edificio para el telescopio de Herschel situado en el parque del Retiro de Madrid cubre una superficie cuadrada de 13 m de lado y alcanza una altura máxima de 5 m sobre la coronación del edificio. Su concepción se basó en una serie de ideas estructurales destinadas a conjugar la eficacia de la solución con criterios funcionales, estéticos y constructivos. Así, cada uno de los elementos estructurales, incluidos los arcos de borde, están constituidos por un arco meridiano de 11 m de radio, por lo que la forma de la cúpula se obtuvo mediante la intersección de la superficie esférica con cuatro planos, definidos cada uno de ellos por dos esquinas adyacentes del cuadrado a cubrir y el centro de la esfera. Los arcos se fabricaron con perfiles tubulares mientras que la chapa resistente de la cubierta, grecada y con doble curvatura, se apoya directamente sobre esta estructura. El comportamiento estructural de la cúpula se puede asimilar a una membrana, en la que la superficie continua se sustituye por nervios metálicos.

La solución conceptual adoptada, sin arriostramientos innecesarios y con uniones soldadas, condujo a una estructura de gran limpieza formal. Estéticamente, el resultado fue tan atractivo que se renunció a la colocación del falso techo inicialmente previsto.