La geometría del aparcamiento subterráneo situado en la Plaza de La Reforma de Manresa se encuentra condicionada por la fuerte pendiente del terreno. Los forjados, resueltos mediante losas macizas de hormigón armado de espesor variable en función de la carga solicitante, van disminuyendo su superficie en planta a medida que ascienden en altura, de forma que la máxima ocupación se presenta en las dos plantas de sótano, de forma aproximadamente rectangular de dimensiones 77×50 m. El aparcamiento cuenta además con una planta a cota de calle, dos forjados sobre rasante y una rampa que comunica el último nivel con la urbanización exterior.

La heterogeneidad del terreno ha dado lugar a la definición de una cimentación combinada de zapatas en la zona de terreno competente y pilotes que se empotran en la capa de areniscas. Análogamente, para la contención de tierras perimetral se ha dispuesto una pantalla de micropilotes en la zona de arenisca y un muro pantalla continuo en la zona de rellenos, todos ellos anclados provisionalmente y con un muro forro de hormigón in situ que sirve de apoyo a los forjados.