La estructura, concebida como una celosía mixta, permite salvar un desnivel de unos 25 m sobre la carretera AS-18 en Asturias. Las desfavorables condiciones geotécnicas de las laderas impidieron cualquier solución tipo arco o pórtico con pilas inclinadas. En estas condiciones, fue preciso recurrir a un puente convencional de tres vanos, disponiendo las pilas a media ladera. En la concepción del tablero se optó por una tipología de celosía mixta con un perfil tubular circular como único cordón inferior, del cual arrancan las diagonales, también constituidas por perfiles tubulares, situadas en dos planos inclinados. Los cordones superiores están formados por semitubos circulares cerrados por una chapa y sobre la que se disponen los dispositivos de conexión con la losa de hormigón del tablero. Su construcción se realizó con prelosas colaborantes sobre las que se vertió el hormigón in situ. Las pilas son mixtas, con sección metálica hueca rellena de hormigón. Su forma rectangular se remata en los extremos con semicírculos que alivian la sensación de pesadez y anuncian las formas circulares del resto del puente.