El trazado de la autovía N-332 de Almería a Valencia a su paso por Sueca discurre paralelo al río Júcar, coincidiendo con la posición de una montera que sirve de protección a la población frente a las crecidas del río. La escasa capacidad portante del terreno obligó a limitar la altura de los terraplenes y, por tanto, a bajar la rasante hasta la cota de la máxima avenida, fijando así el canto del tablero. Aspectos de tipo estético, constructivo y económico determinaron una solución mixta de vigas armadas continuas, en número adecuado al ancho del tablero, de sección rectangular de 0,55 m de ancho y canto variable entre 0,55 m en centro de vano y 0,95 m sobre pilas. Con estas dimensiones fue necesario realizar un análisis dinámico que permitiera verificar que las aceleraciones del tablero quedaban dentro de unos valores admisibles. Cada pila está formada por fustes cilíndricos de hormigón armado empotrados en cada una de las vigas. La unión, materializada por un tubo metálico anclado al hormigón mediante barras pretensadas, garantiza el empotramiento a torsión del tablero gracias a su importante espesor. La disminución de sección con respecto al fuste permitió, además, reducir los esfuerzos en cabeza de pila debidos al sismo y a las deformaciones impuestas.