Entre las actuaciones previstas para la adecuación ambiental de las márgenes del río Duero a su paso por Almazán se incluía el cruce sobre el cauce del río mediante una pasarela de dos vanos asimétricos de 40 y 20 m de luz, respectivamente. Las condiciones geotécnicas y la asimetría del tablero determinaron la solución adoptada: una estructura pilotada con tablero rígidamente unido a los estribos para evitar su levantamiento.
Tanto el tablero como la pila son mixtos. El cajón metálico, de sección trapezoidal con canto variable, mantiene el ancho inferior constante, lo que conlleva un alabeo de las almas laterales. Además, cuenta con un alma central que sirve de apoyo a la chapa grecada sobre la que se hormigona el tablero. En la pila, las platabandas laterales se conectan al hormigón mediante pernos distribuidos a lo largo de toda su altura.