El proyecto de esta pasarela se inscribe en el marco de las obras de recuperación de las márgenes del río Vena a su paso por la ciudad de Burgos. La pasarela, que salva una luz de 22 m, tiene una directriz ligeramente curva en alzado. El trazado de los bordes es curvo en planta, de modo que resulta un ancho variable del tablero desde los 4 m en el centro del vano hasta los 6 m en ambos estribos. La estructura resistente está compuesta por una celosía de canto variable en forma de arco, situada en el centro de la sección transversal, cuyos cordones y diagonales son cajones metálicos de sección rectangular de 0,25 m de ancho y canto variable en función del elemento estructural, 0,25 m y 0,50 m respectivamente, en los cordones superior e inferior y 0,15 m en las diagonales. El tablero es una estructura mixta formada por una losa de hormigón dispuesta sobre chapa colaborante que se apoya en unas vigas en voladizo soldadas al cordón inferior de la celosía cada 1,60 m, materializadas mediante perfiles de sección en doble T de canto variable. Para la transmisión de las cargas de la pasarela a la subestructura se optó por una solución que permitiera eliminar los apoyos de neopreno, empotrando el tablero en los estribos por medio de unos perfiles embebidos en los muros frontales, hormigonándose la unión tras el montaje del tablero.