La remodelación de la estación ferroviaria de Cádiz, consistente en la construcción de una playa de vías frente a la antigua estación, tuvo como objetivos principales adaptar la estación a las nuevas exigencias de la demanda ferroviaria e integrarla en el entorno urbano. La marquesina principal, con unas dimensiones en planta de 219×57 m, está formada por módulos independientes de 16×17 m que cuentan cada uno de ellos con siete cerchas en sentido longitudinal sobre las que apoyan las correas de la cubrición. La fachada, formada por una retícula de vigas y pilares metálicos, forma parte de la estructura de la estación, apoyándose cada paño completo de 16×16 m en la celosía de cubierta y en los pilares extremos, dotados para ello de gran rigidez. Cada módulo tipo se apoya en los cuatro pilares situados en sus esquinas, de modo que el resto de pilares de fachada solo transmite cargas horizontales a la cubierta.

Para reducir los plazos de fabricación y montaje, consiguiendo además liberar la plataforma de la estación para realizar otros trabajos, se optó por la prefabricación de la estructura metálica. Los módulos tipo de la cubierta se enviaron a obra con los elementos de cubrición colocados, montándose sobre los pilares por medio de un castillete que se trasladaba sobre las vías definitivas.