La actuación llevada a cabo en el Parque Butarque y Canalejas en Leganés, tuvo por objeto la recuperación de los márgenes del arroyo Butarque, adaptando para su uso una zona claramente marcada por la presencia del viaducto de la R-5 y la carretera M-411, eliminando el paso inferior existente bajo esta carretera y posibilitando el cruce sobre la misma mediante una pasarela peatonal. Para evitar los frecuentes desbordamientos del arroyo, se realizó la limpieza del cauce en una longitud aproximada de 5 km, recuperando sus dimensiones y protegiendo los puntos afectados por la erosión mediante la colocación de escollera o el empleo de una técnica de bioingeniería denominada trenzado vivo de ribera.
Salvando las pilas del viaducto de la R-4 se situó la pasarela peatonal mixta de 165 m de longitud y 3,2 m de ancho, definiendo bajo ambas una zona de estancia y de uso deportivo resguardada de la lluvia que permite además la continuidad de los caminos existentes en el parque. Para la delimitación de los espacios se emplearon distintos materiales y texturas en la pavimentación, utilizando hormigón semipulido y desactivado en las zonas de paso y piedra caliza, grava gris y tierra vegetal con geometrías variables en las zonas intermedias.